Endodoncia Granada
Uno de los procedimientos más destacados para acabar con las caries de los dientes y dejar de sentir dolor.
Qué es una Endodoncia y por qué se realiza
Se trata de un procedimiento en el que se extrae la raíz del diente. Pero ¿por qué se realiza una endodoncia?
Cuando las bacterias bucales consiguen llegar a la raíz del diente ya no hay vuelta atrás, comienza un proceso doloroso ya que el nervio y los vasos sanguíneos que forman la raíz se pudren y quedan un hueco lleno de bacterias a las que nuestro cuerpo no puede llegar para combatirlas y tampoco hacen efecto los antibióticos ya que la sangre no llega al interior del diente.
Cuando la raíz está totalmente contaminada, las bacterias llegan hasta el hueso maxilar provocando una fístula, un quiste o hasta un flemón.
Para salvar esta pieza afectada y acabar con la infección, se realiza el tratamiento de la endodoncia, que se encarga de limpiar y desinfectar todos los conductos del diente hasta la punta de la raíz. Tras una limpieza completa se pasa al sellado para que no puedan volver a entrar las bacterias.
En qué consiste una Endodoncia
Para dejar el conducto de las raíces del diente totalmente limpias se siguen una serie de fases para que todo vaya bien:
- Diagnóstico: Primero se realiza un diagnóstico por el profesional para saber qué clase de dolor se siente, cual es la zona y la intensidad…Además de una radiografía para saber el estado de las raíces y del diente.
- Anestesia: es importante que no exista infección en la zona a tratar para que la anestesia haga bien su función. Se trata de una anestesia local.
- Apertura del diente: se realiza un agujero por el cual acceder a la raíz.
- Proceso de limpieza: se procede a la limpieza del nervio hasta la punta de la raíz.
- Obturación: se sella el diente y se sellan los conductos que se han limpiado dejando el diente insensibilizado.
- Control: radiografía y observación durante unas semanas o meses según el caso para ver que todo está yendo bien.
¿Qué puede haber causado la infección del diente?
La principal causa que puede provocar esta infección es una caries severa o una fractura que exponga la pulpa de la raíz a las bacterias. Al estar expuesta la raíz se infecta y no hay vuelta atrás. Otras causas pueden ser un golpe en el diente, un relleno profundo que se haya roto o se haya suelto.
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